Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
29 abril 2011 5 29 /04 /abril /2011 14:25

          ARMAOS-HOSPITAL01.jpgLlegaron con las ínfulas de la victoria, como refuerzo a las tropas que ya luchaban denodadamente en los oxigenados prados de la aflicción, con la sabía trayectoria de la gloria adquirida ondeando en sus penachos, sabedores de la dura brega a la que habrían de enfrentarse. Desconocían que las armas a las que debían oponerse se afilaban en las ruecas del dolor, en esas piedras que sacan punta al sufrimiento y construyen estiletes tan precisos que horadan los más duros sentimientos con la facilidad que les procura el abatimiento. Curtidos en las más duras batallas, ignoraban que las pendencias que les esperaban se parapetaban en las trincheras de la Esperanza, canales abiertos a la última ilusión, oponiendo resistencia con los destellos que brotaban de unos ojos que por nuevos, aún mantenían fuerzas para enfrentarse a ese enemigo oculto que intenta sustraerles la juventud del alma.

Habían dejado atrás los desolados páramos de la desilusión. Lugares desiertos que ya habían sido conquistados por sus pisadas, vencidas por sus sonrisas, por la gallardía de su caminar desafiante. Las calles se abrían a la marcialidad de su paso y eran espejos que iban reteniendo las lágrimas que ya adivinaban la fratricida lucha que se adivinaba en el oscuro horizonte. Aún así, seguían marchando triunfales por los caminos que son miedos para muchos porque en la batalla ven derramada su propia sangre aunque corra por otras venas.

Un redoble de tambor puso en alerta los sentidos, recuperando los ánimos de quienes ya comenzaban a flaquear en las fuerzas, y los guerreros espesos comenzaron a ponerse a la defensiva, a huir en desbandada porque comenzaba el cerco de quienes venían dispuestos cruzar espadas de alientos, a levantar sus rodelas para proteger a los indefensos con sus alegrías. Con lo sonoridad de unas cornetas se desmembraron la tristeza y la congoja; la angustia huyó por los estrechos desfiladeros y fueron a refugiarse en un lugar donde recibirían la mortificación del olvido. Los oscuros páramos fueron recobrando la luminosidad y una pleamar de brillantez, de inusitada claridad fue barriendo las estancias hasta convertirlas en ascuas.

Desarmado y derrotado el dolor, recluido y prisionero en las cavernas del amor, atenazado y preso por las cadenas de la ilusión, volvieron los hombres a reír, porque brillaron en los ojos de sus hijos los destellos de una ensoñación. Vagaron los caballeros del amor de una a otra estancia y en todas abatieron al dolor.

Se fue corriendo la voz de la hazaña venturosa. La ciudad se hizo clamor, todo un tiempo de ventura atrapado en un blasón donde se funde el amor de la gente de la macarena. Se fue escribiendo en el aire la gesta con redobles de tambor, mágica ilusión que fue borrando las penas. Los sones de las cornetas dibujaron el emblema, la Centuria Macarena asaltando el corazón para implantar el sentido que les da una sonrisa eterna, Esa que deshace el tiempo, Esa que guarda la gracia que concede el mismo Dios de premiar al que más sufre con su divina presencia, devolviendo la inocencia a quien quisieron hacer mayor por la terrible experiencia que le encadena a una cama.

Todo esto sucedió la tarde de un Jueves Santo cuando el presagio se hizo certeza, cuando toda la belleza de la sonrisa de un niño se hizo presencia en el reflejo de una coraza, instrumento venturoso de fornidos macarenos que hicieron de un momento, amor y del dolor Esperanza.

Compartir este post
Repost0

Comentarios

M
<br /> Preciosa entrada llena de emociones. Que arte.<br /> <br /> Un saludo.<br /> <br /> <br />
Responder
A
<br /> <br /> Muchas gracias.<br /> <br /> <br /> <br />

Presentación

  • : El blog de lasevillanuestra.over-blog.es
  • : Esta es la ventana a la que me asomo cada día. Este es el alfeizar donde me apoyo para ver la ciudad, para disfrutarla, para sentirla, para amarla. Este es mi mirador desde el que pongo mi voz para destacar mis opiniones sobre los problemas de esta Sevilla nuestra
  • Contacto